Esta receta es sencilla y muy veraniega porque todos sus ingredientes van en crudo.
Ingredientes
1 kg de sardinas fritas (he usado un resto de boquerones y sardinas)
Harina de pescado
4 o 5 dientes de ajoUna cucharada de orégano
Unas hebras de azafrán
2 hojas de laurel
Aceite de oliva virgen extra
2 vasos de agua
50 ml de vinagre
Colorante
Elaboración
Limpiar las sardinas, retirar la cabeza y eviscerar. Las que he usado, están hechas filetes porque era para los niños pequeños y, por tanto, les retiro la espina central, aunque también he usado boquerones.
Dejar reposar hasta que estén frías porque de lo contrario, si se ponen en escabeche estando aún calientes, se estropean.
Majar los dientes de ajo, la sal y el azafrán.
Añadir el orégano, el laurel troceado, el vinagre, un poquito de colorante y el agua.Mezclar e incorporar a las sardinas, comprobando que estas quedan completamente cubiertas por el líquido. Si es necesario, se prepara un poco más de escabeche.
Dejar en la nevera al menos durante 5 o 6 horas para que tome sabor.
Esta receta también se puede preparar de víspera.
Para este plato se pueden emplear jureles, caballas, sardinas, boquerones, tonino... Especialmente pescado azul.
Me gustan mucho los escabeches, así que me guardo esta receta, que probaré, pues es diferente a la mía.
ResponderEliminarBesos y feliz semana.
Es una receta muy marbellera,la más antigua que conozco y que tengo recogida en mí libro.
ResponderEliminarUn abrazo,feliz semana.
Hola carmina, este plato tambien se prepara asi en mi pueblo sobre todo las gente de la mar , queda riquisimo besitos
ResponderEliminarInma, me alegro de saber que también la conoces porque en una receta con poca difusión, he hablado con bastantes personas que sólo conocen la versión frita.
ResponderEliminarBesos.
Beautiful blog
ResponderEliminarThank you so much.
EliminarPlease read my post
ResponderEliminarUna maravilla de la cocina marenga, de la tradición popular malagueña, ésa que no sólo hoy nos alimenta el cuerpo, también el espiritu. Que nos hace volver a nuestras raices, en muchas ocasiones perdidas, olvidadas y por muchos añoradas. Un clásico que en tus manos sabias elevas a lo más alto de la gastronomía de Málaga. Un abrazo siempre con mi admiración.
ResponderEliminarGracias Toñi,tenemos que dejar constancia de nuestro patrimonio gastronómico,para que las nuevas generaciones continúen dándole vida.Me consta que esa también es tú meta.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.