Existen numerosas versiones de la sopa de tomate campera. Esta es al más puro estilo marbellero y es la que tengo publicada en el libro, aunque con sardinas manolas, que es la más antigua y es tradicional en la época estival.
Ingredientes:
1 kg de tomates maduros
1 y ½ l de agua
4 o 5 pimientos verdes
2 cebollas
1 diente de ajo
Unos granos de comino
150 ml de aceite
Pan cateto asentado de dos o tres días
Hierbabuena
Una cucharada de pimentón
Sal
Azafrán
2 clavos de olor
Elaboración:
Limpiar y trocear las hortalizas. Hacer un sofrito con el aceite, las cebollas, los pimientos y los tomates.
Cuando el refrito esté listo, agregar el pimentón y apagar el fuego.
A continuación, se pone a hervir 1 y ½ litro de agua (aproximadamente) y añadimos el sofrito y el ajo machacado con los dos clavos de olor azafran y los granos de comino, dejando hervir durante 15 minutos.
4 o 5 pimientos verdes
2 cebollas
1 diente de ajo
Unos granos de comino
150 ml de aceite
Pan cateto asentado de dos o tres días
Hierbabuena
Una cucharada de pimentón
Sal
Azafrán
2 clavos de olor
Elaboración:
Limpiar y trocear las hortalizas. Hacer un sofrito con el aceite, las cebollas, los pimientos y los tomates.
Cuando el refrito esté listo, agregar el pimentón y apagar el fuego.
A continuación, se pone a hervir 1 y ½ litro de agua (aproximadamente) y añadimos el sofrito y el ajo machacado con los dos clavos de olor azafran y los granos de comino, dejando hervir durante 15 minutos.
Mientras, cortamos el pan en láminas finas y se dispone en un lebrillo tradicional o en un recipiente adecuado.
Para dar el toque final, ponemos un manojo de hierbabuena.
Seguidamente, se vuelca el caldo con el sofrito sobre el pan. Se tapa y se deja reposar 15 minutos.
También se pueden hacer con almejas o solas con el sofrito. Se comen acompañadas de pimientos verdes tiernos o uvas moscatel.
Con el fondo que puede quedar en el recipiente de servir la sopa, era costumbre agregar unos huevos cocidos en el caldo, añadir aceite crudo y continuar con lo que se denomina sopeao.
En otra ocasión, os hablaré de la sopa de los caleros y la sopa de los segadores.
Guauuuuuuuuu que rica , en casa se prepara asi desde siempre y con almejas o sardinas un lujazo besitos
ResponderEliminarSi, a mi me gustan mucho con almejas. La receta es muy conocida, tiene algunas variantes y todas muy buena.
ResponderEliminarBesos, Carmina.
Ole, ole y ole......me quito el sombrero con tu arte gastronómico malagueño. ¡¡ Tú sí que sabes !!
ResponderEliminarTe admiro por ése buen hacer....la sopa la has bordado,has reflejado ésos platos ancestrales, de nuestros mayores...con manolitas, con almejas, coquinas o boquerones....Así me enseñaron, tal y como tu lo cuentas y las haces.
Un fuerte abrazo con toda mi admiración por tu arte culinario.
Muchas gracias Toñi. Esta sopa la he comido tantas veces en el campo, hecha por mi abuela que parece que la tenga grabada en los genes. Gracias de nuevo por tus cariñosas palabras, teniendo en cuenta que eres una verdadera erudita en la cocina malagueña.
EliminarUn fuerte abrazo.
Carmina no vivimos tan lejos y esta sopa no la conozco para nada. Me ha encantado la receta y ahora que tengo unos tomates tan buenos del huerto de mi padre igual me animo a prepararla
ResponderEliminar¡Besos mil!
Hola, Cuca.Esta sopa es muy conocida en toda la provincia. Es un plato veraniego. Se acompaña de uvas moscatel o pimientos crudos. Si tienes tomates cultivados en casa, te quedara buenísima.
EliminarBesos, Carmina.
Que rica, me encantan las sopas, esta no la he probado, si no me conoces te espero en mi blog http://proyectojuliachild.blogspot.com.es/ un saludo de Sole
ResponderEliminarHola, Soledad. Gracias por tu visita. Espero que te guste nuestra sopa campera. Siempre que la hago tiene muy buena acogida. Con mucho gusto me paso por tu blog.
EliminarSaludos, Carmina.