Genio y figura...
El otro día bromeando, mi marido le preguntó a mi madre si este año no pensaba hacer buñuelos y ella que no se arredra ante nada, inmediatamente contestó que sí. No pensé que con sus limitaciones (a sus 90 años tiene los achaques propios de la edad y, además, debido a una artrosis severa en las manos -que padece desde hace años-, tiene dificultad para emplear las manos) sería capaz de estar más de dos horas de pie elaborando manualmente uno a uno los buñuelos, mientras yo los freía. Aunque yo preparé la masa, ella la ablandó convenientemente con agua templada hasta que estuvo en su punto para la fermentación.
1 kg de harina de fuerza
25 g de levadura fresca
Una cucharada de sal
Agua templada
Aceite de oliva virgen extra para freír
Elaboración:
Disponer la harina en el lebrillo. deshacer la levadura con un vaso de agua templada y agregar a la harina. Añadir una cucharada de sal.
Empezar a amasar la masa con el mínimo de agua. Ir agregando líquido en pequeñas cantidades.
Cuando veamos que está manejable, sacamos la masa del lebrillo, la colocamos sobre la encimera y la estiramos y doblamos enérgicamente.
Una vez que esté bien trabajada, pasamos nuevamente al lebrillo y amasar a puño.
En cuanto la masa esté elástica, ir añadiendo agua templada en pequeña cantidad, levantando la masa y golpeando contra el lebrillo hasta que se vea blanda.
Dejar reposar hasta levar (tardará aproximadamente dos horas).
Ayer hicimos casi 4 kilos de harina de fuerza.
Cuando la masa esté en su punto, preparar un perol con dos litros de aceite. Colocar un recipiente con agua caliente y sal. Nos mojamos las manos en el agua caliente, cogemos un pequeño trozo de masa, frotamos entre los dedos haciendo un agujero en el centro y freímos en el aceite caliente.
Se debe tener especial cuidado con la temperatura del aceite porque si está muy fuerte se doran rápidamente pero quedaría cruda la masa; si, por el contrario, el fuego es bajo, absorberían demasiado aceite.
A continuación, los extraemos y colocamos en un recipiente con papel de cocina en la base.
Se pueden comer en cualquier momento. Incluso si los dejamos de un día para otro, simplemente con calentarlos un poco en el horno, quedan perfectos.
Esta es la receta auténtica de Marbella que no lleva matalahúga como en otros pueblos malagueños del interior.
Esta mañana nos hemos reunido toda la familia en casa para desayunar. Este roscón que veis lo preparó mi consuegra, una excelente cocinera y repostera.
Seguramente tu madre habrá estado muy feliz preparándolos y lo que es más importante se habrá sentido útil. Guardaré tu receta dentro de mis recetas auténticas. No se deben perder las tradiciones.
ResponderEliminarBesos y mi deseo es que sigamos en contacto aprendiendo la una de la otra.
http://siempreseraprimavera.blogspot.com.ar/2015/01/rosca-de-reyes.html
Gracias, Norma por tus amables palabras. Es cierto que mi madre se ha sentido muy feliz, especialmente porque los compartio con todos los nietos y biznietos como siempre ha hecho.
EliminarPor supuesto estaremos en contacto besos, Carmina.
Vaya buñuelos más ricos ha preparado tu madre. Una receta parecida a la de mi suegra, pero desde luego que riquísima. Hay que seguir con las tradiciones y no perderlas. Tienen una pinta riquísima.
ResponderEliminarUn beso grande!!!
Hola, Mari Nuri. En casa nos encanta la masa frita los buñuelos, churros , tortas de masa. Espero que te animes a publicar la receta de tu suegra, seguro que tiene alguna variante interesante.
EliminarBesos, Carmina.
Que ricos........para saborearlos bocadito a bocadito bien mojaditos en el chocolate, estas son las joyas de nuestras tradiciones que no se pueden perder.
ResponderEliminarBesos para tu madre y para tí.
Se que os gustan los buñuelos y este año Dios ha querido que podamos disfrutarlos. Deseo de todo corazón que sea por muchos más. Gracias a los.
Eliminardos.
Besos, Carmina.
Tu madre es todo un ejemplo de amor por la cocina y de que querer es poder. La veo en las fotos haciendo la masa de los buñuelos y pienso que ojalá yo llegue con la mitad de energías que tiene ella a su edad.
ResponderEliminarGracias por traernos esta receta y esta lección tan grande que nos da tu madre
¡Besos mil!
http://losdulcessecretosdecuca.blogspot.com.es
Hola, Cuca. Gracias por tus palabras.La clave es esa" querer es poder". Mi madre siempre ha tenido y tiene una voluntad de hierro, cada día hace una hora de gimnasia para mantenerse activa, tiene una energía y rapidez de reflejos increíble. Como dices ojala llegues a su edad con la fuerza y luz que mi madre posee.
ResponderEliminarBesos, Carmina.
Las tradiciones de nuestro pueblo no se pueden perder, tu receta me la ha hecho recordar, hace años que no los hago, pero me ha refrescado la memoria, felicidades, se ven riquisimos.
ResponderEliminarBesos de otra marbellera.
Hola, Demofila. Me encanta recibir la visita de una paisana. Tienes razón, en Marbella tenemos que ser mas reivindicativos con nuestras tradiciones, especialmente con nuestra tradición gastronómica. De otro modo nuestros buñuelos, rocos de vino, borrachuelos ,pestiños mantecados de aceite,tortas de manteca, tortas de aceite, etc. están abocados al olvido y seria una pena.
ResponderEliminarUn saludo, Carmina.
Hola Carmina, me ha encantado esta receta,menuda pinta tienen!!! gracias por compartirla,me quedo por tu blog y te invito a pasarte por el mío y quedarte si te apetece, un abrazo!!
ResponderEliminarHola, Elena. Gracias por tu visita y tu invitación que acepto con mucho gusto. Estamos en contacto.
ResponderEliminarUn saludo, Carmina.
Madre deol amor hermoso que receta tán rica y que presentación en esa hermosa mesa..Mis felicitaciones y agradecimiento por compartir
ResponderEliminarBesitos mi niña
Gracias, Victoria. Disfrutamos mucho las reuniones familiares. Tengo un vinculo especial con las Islas Canarias. El marido de una de mis hijas es Tinerfeño y un nieto mitad Canario y mitad Marbellero al que le encanta el gofio de millo y de trigo y como dice su padre se relame con el frangollo.
ResponderEliminarBesos, Carmina.